Acaba la semana con pocos cámbios en el panorama político y social en la por mi
bautizada con todo el ánimo peyorativo como "República Socialista Soviética" que
tenemos montada en Andalucía.
La farsa-payasada de marcha organizada por el diputado del gobierno andaluz y
eterno alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, que por un lado trata
de alentar a la población para que se revele contra los recortes, y por otro, apoya
los recortes que el gobierno Griñan-Valderas adopta, nos muestra la decadencia en
la que se ha instalado la región con más desempleo de Europa.
Baste como muestra de la infantil demagogia, destinada a fanáticos de izquierdas y
gentes poco formadas, la acción llevada a cabo por ese llamado sindicalista, Diego
Cañamero, que en Granada se manifesto a las puertas de una tienda de la cadena
Zara, para denunciar que la empresa dueña de la marca, explota a los trabajadores
y niños en el tercer mundo para fabricar sus productos y amasar grandes beneficios.
Lo único que a estos agitadores profesionales se les olvido, es que la mayoría de
todos ellos, vestían prendas de fabricación China, sitio en el que al parecer no se
vulneran ni los derechos de los trabajadores, ni se atenta contra el medio ambiente.
O sea, que están contra la explotación en el tercer mundo por parte de Occidente
pero no les parece del todo mal la que hacen en Oriente.
Hace unos días, un amigo socialista, me comentó que el 15 de septiembre van a una
marcha a Madrid, para protestar contra los recortes del gobierno del PP y por los
derechos de los trabajadores.
La conversación se produjo en la puerta de una tienda de ultramarinos regentada
por unos chinos, en la que este amigo se disponía a entrar para comprar.
Asi tenemos que este amigo prefiere comprar en la tienda de los chinos, que están
abiertos 7 DÍAS A LA SEMANA 14 HORAS, antes que a la de un español por
eso de ahorrarse unos céntimos, y ahora díce que va a manifestarse por los derechos
de los trabajadores (¿?).
Ese es el paradigma típico del izquierdista español, o sea, vivir justo al contrario de
lo que se predica.
Y es que estos tipos llevan grabada una cinta de casette en la cabeza con todos los
tópicos típicos de los izquierdistas de este país, la mayoría trasnochados, que como
papagayos solo saben hablar de ricos, banqueros, curas y derechona.
Sigo alertando, de que estos movimientos radicales, que en su fondo albergan un
alto grado de violencia, se están aprovechando del descontento general para subir
mediáticamente su popularidad de cara a futuras elecciones, para alcanzar mayores
cotas de poder y asi acercarse al sueño de la izquierda radicalizada española, que
no es otro que someter al país a las normas totalitarias del comunismo.
Estos apóstoles de la clase trabajadora, como se autodenominan, desean para los
españoles algo más parecido al régimen cubano que al sistema social sueco.
Y para terminar tenemos al gobierno social-comunista pidiendo 1.000 millones de
euros para ir pagando deudas y nóminas.
Estos mentirosos, que hasta hace poco decían que Andalucía era la región con un
déficit menor a la media de España y que tenía unas cuentas saneadas, resulta que
salen corriendo a pedir dinero antes de que les estalle en la cara la realidad de unas
cuentas falseadas y opacas, que tratan de esconder que estámos al borde de la
suspensión de pagos y la quiebra.
Esa barita mágica que parece tener la izquierda, si venimos a Andalucía, donde ya
llevan para cinco meses de gobierno, se puede ver que es una más de las fábulas
de la peña marxistóide, ya que no son capaces de poner en marcha ninguna medida
que en contraposición a las políticas del perdido Rajoy demuestren que hay otro
camino para salir de esta crisis.
Solo dan manifestaciones y mítines, palabras y más palabras, ya que en la política y
la economía real no tienen nada que aportar.
Andalucía va camino de convertirse como Marinaleda en un parque temático de la
utopía socialista, sustentado solo a través de ayudas, subvenciones y deuda, que
sin duda va a perder el tren al futuro en el mundo globalizado y amenazado por la
expansión capitalista del estado comunista chino, amenaza esta que no se tiene en
cuenta, quizás por el enorme cortocircuito que les produce a la gente de izquierda
en España, que el segundo país más poderoso de la tierra, sea la China gobernada
por un partido comunista que ha adoptado el más salvaje de los capitalismos para
solucionar las miserias generadas por cincuenta años de fracaso de dictadura del
proletariado y la economía planificada.
Yo propongo que trabajemos por ser en el futuro más parecidos a nuestros vecinos
del norte, que a los experimentos bananeros socialistas de América Latina.
Salud camaradas.