Mucho se debate en la actual crisis acerca de cual es el camino correcto para salir de la
situación, en terminos económicos, si con ajustes y austeridad en el gasto público, o con
políticas de crecimiento, basadas en la inyección de dinero público para activar la máquina
productiva y de consumo.
Siendo este debate de expertos en economía un tema interesante, y hasta cierto punto,
determinante en las políticas que se adopten, no deberíamos dejar a un lado el que pienso
es el primer dilema a resolver: ¿Qué modelo de Europa se quiere construir?
Está claro que la crisis y la reseción no está afectando de la misma manera a los nordicos
y a los países del sur, pero si es diáfano que la moneda común, el euro, está amenaza por
igual tanto para los ricos como para los pobres de la Unión, y quedo mas que aceptado,
que la base de la construcción de Europa sería hacer una economía común en torno a una
moneda única.
Un espacio geográfico como el europeo, plagado de viejas naciones con fuertes tendencias
a la hegemonía regional, con culturas variopintas, lenguas de todo tipo y visiones sociales
divergentes, no es fácil, ni tarea de unos pocos años, el hecho de unificarlas en pos de unos
objetivos comúnes.
Una Alemanía con el 6% de desempleo y un acceso a la financiación barato, no puede ser
igual a una España con el 25% de paro (quizá la realidad sea un 15%, debido a la fuerte
implantación de la economía sumergida) y unas dificultades máximas para obtener fondos
en los mercados con los que atender a los gastos corrientes del país.
No podemos creer que una Unión Europea se pueda sostener desde la visión egoista de
paises "saneados" y solventes, ni desde la agraviada de los "endeudados".
El problema fundamental es que para salir adelante en el marco de cámbios globales en
la economía, solo la unidad europea será la salida, pero a día de hoy, esta es más de tipo
cosmético que otra cosa, y a poco que rasgemos un poco en la superficie institucional nos
daremos cuenta que siguen primando los intereses nacionales respectivos.
Como ejemplo de la mentira que es la Unión tenemos a Gibraltar, colonia británica, que
no dispone de flota pesquera, pero que prohibe a sus "socios" españoles faenar en las
aguas del peñon, y utiliza este enclave como plataforma desde la que entre otras cosas,
parasita a la propia España.
Como no se persigue como filosofía de salida, la búsqueda de la igualdad y del bien para
todos los ciudadanos europeos, es por tanto imposible, sobre todo para los que como
España estamos en apuros, que podamos emprender las necesarias políticas para salir de
la crisis y sobre todo, generar empleo y riqueza.
Asi que aunque sea necesaria una reestructuración de los países con más gastos que ingre-
sos, para que puedan sostenerse y pagar su deuda, no es menos cierto, y en eso coinciden
la derecha y las izquierdas de España, Portugal, Italia y Grecia, que hacen falta asimismo
recursos para poner en marcha la actividad, generar crecimiento y empleo, y asi poder
pagar la deuda pública contraida.
Si no lo remedian los actuales líderes políticos europeos, no solo puede irse al garete la
moneda única, sino que la propia Unión se desintegrará en el menos malo de los casos en
Europa del Norte y Europa del Sur, o en el peor, como ya pasa en España con Catañuña
y País Vasco, en un mosáico de pequeños estados, o sea, una vuelta a la Europa medieval.
Si las únicas reformas solo tienen como objetivo el gasto público, el fracaso está cantado.
Si la salida está en Keynes o Hayek, debera ser por igual en toda la Unón, con consenso
y solidaridad, con responsabilidad, con trabajo, pero jamás desde el egoismo de intereses
nacionales por encima de los generales.
¿Cómo venceremos a los retos que nos presentan las potencias como China, India, Brasil,
Rusia o los EE.UU. o la amenaza islámica?
¿Yendo cada uno a lo suyo o formando una federación unida de 500 millones de personas?
Salud camaradas.