domingo, 15 de marzo de 2015

Y Susanita cogió su fusil



Más de un año después de mi último post, con hijo nacido entre medias, vuelvo a este blog a dejar unas notas coincidiendo con la convocatoria de elecciones al Parlamento de Andalucía, que se celebrarán si nada lo impide el 22 de marzo.
Han pasado muchas cosas en el mundo y en España, dignas muchas de ellas de reflexiones que se han quedado para siempre en una parte a desechar de mi memoria, pero la verdad, pocas o casi ninguna en mi querida tierra andaluza, cuyo gobierno de alianza entre sociatas y comunistas se ha mantenido en la misma tónica desde que se alzaron con el poder en 2012, o sea, sin hacer nada, salvo seguir llevándose los cuantiosos sueldos y contratos públicos.
Al escándalo del caso de los ERE fraudulentos se ha unido toda la trama de estafas y fraudes en los programas de formación, en uno de cuyos apartados apareció también con sus dimisiones y todo, la trama que tenía montada la UGT-A para financiarse irregularmente con todo este tinglado.
El teórico drama del desempleo sigue donde estaba, mejorado muy levemente por el tirón de la pequeña recuperación de la economía nacional, pero carente de toda acción y legislación por parte de los aliados izquierdistas en el gobierno de la Junta, más preocupados como denuestra el adelanto de las elecciones por sus propios asuntos internos de partido y sus estrategias para mantener en pie el colosal régimen que lleva esquilmando y empobreciendo a Andalucía desde hace más de treinta años.
La irrupción del nuevo partido radical de izquierda Podemos sin duda, ha hecho que con su fulgurante ascenso en las encuestas, los socialistas hayan decidido mover ficha rápido para intentar salvar su buque insignia de poder en España, la Junta andaluza, antes de que los acontecimientos nacionales previstos para mayo en las autonómicas y municipales y el más que previsible batacazo del PSOE de Pedro Sánchez pueda dejar al partido en Andalucía en una posicón de mayor debilidad.
Asi que Susana, la heredera política del imputado Jose Antonio Griñán ha visto que el momento es ahora o nunca, con un PP mal representado en Andalucía y muy deteriorado por el desgaste del gobierno de Rajoy sin posibilidad de disputar el triunfo, una Izquierda Unida desinflándose por la "opa" hostil de Podemos, y a estos que no querrán con toda seguridad quemar su "virginidad" institucional aliándose con partidos de la "casta" antes de las citas de mayo y sobre todo, de las probables generales de noviembre, y el partido de Rosa Díez, UPyD que no consigue hacerse un hueco a pesar de sus esfuerzos entre el electorado moderado.
La irrupción de Ciudadanos será significativa gracias al tirón mediático de su líder Albert Rivera, quizá una opción apetecible para los socialistas de cara a un pacto post-electoral, pero que deberían meditar mucho en la formación "naranja", ya que si los que les votan van buscando una opción alternativa al corrupto régimen gobernante y al PP, y al final ayudan a mentener el edificio socialista de la Junta, perderán el crédito de estos votantes en un futuro próximo (insisto en el condicionante del calendario electoral de 2015), aparte de avisarles, que todo aquel que se ha aliado con el PSOE en el gobierno de Andalucía, ha terminado al final siendo fagocitados por el aparato socialista. Iquierda Unida y el Partido Andalucista son los ejemplos.
La hija del fontanero, de vida acomodada con servicio doméstico, futura madre de un infante que tendrá la vida resuelta y que quizá se nos presentará en un futuro con cinco masters hablando de su abuelo y dando clases de igualdad, buscará legitimar en las urnas su presidencia "digital" y ese poder en el PSOE ganado por el peso de su agrupación en el partido.
Se nos presenta como alguién del pueblo, "honrá", como algo novedoso en el coso político, que viene a "terminar" la labor que los suyos han hecho en Andalucía, orgullosa de una sanidad y educación públicas de calidad, y de mantener intactos los servicios sociales. Todo falso, todo mentíra.
Susana Díaz es más de lo mismo, es el PSOE de Chávez y Griñán, es el escándalo de los ERE y la estafa de los cursos de formación, el nepotismo y el amigismo dominantes, el desprecio por la indecente cifra de parados, las deudas con proveedores, las listas de espera en sanidad, la educación saturada, el impago de servicios sociales y el anticatolicismo dogmático.
La enésima oportunidad que tenemos los andaluces para cambiar el estado de cosas volverá a chocar con ese lastre para nuestro derecho a un futuro mejor que supone ese más del treinta por ciento de personas que seguirán apoyando a un partido que no ha sido capaz de solucionar el atraso endémico de la región, a pesar de los ingentes recursos de los que han dispuesto.
El PSOE tiene su clientela firmemente amarrada, ese colectivo de gentes que han sido "secuestradas" de su iniciativa y responsabilidad personal en el mejoramiento de las condiciones sociales y económicas, debido a las ayudas, subvenciones, subsidios y favores, que lejos de haber acabado con la pobreza y la dependencia de la población del poder político, se ha acentuado.
Votar a Susana Díaz el 22 de marzo es seguir como estamos, cosa que quizá tranquilice a un tercio de la población, pero el drama del desempleo seguirá siendo una vergüenza para cualquier país civilizado, se seguirán tapando los casos de corrupción y usando esta tierra para hacer política partidista en Madrid.
Soy consciente de que las alternativas son difíciles, ya que a pesar de la caida de los comunistas de IU, sus sucesores de Podemos llegan con más fuerza que estos en 2012, que el decepcionante PP se hunde y solo la irrupción de Ciudadanos da algo de esperanza.
Pero como he defendido en otras citas electorales, lo esencial está por encima de lo deseable, y lo esencial ahora y hace tiempo es desalojar al régimen corrupto socialista del gobierno de la Junta.
Luego vendrá lo que deseamos para nuestra tierra y como articularlo, pero recordemos que esta convocatoria se ha hecho a espaldas de los intereses generales de los andaluces.
Ya que el PSOE está a lo suyo, vayamos nosotros a lo nuestro: no votemos a Susana Díaz.
 
Salud camaradas.