domingo, 2 de diciembre de 2012

Nada nuevo bajo el sol







Pasaron las elecciones catalanas del 24 de noviembre y a pesar de las lecturas "interesadas"
de algunos, la mayoría independentista se consolida en el Parlament e incluso se radicaliza
con el ascenso de Esquerra Republicana, máxima beneficiaria del descontento ante la crisis
y la problemática identitaria de la sociedad catalana.
Si alguién piensa que con más dinero o con hacer como si nada hubiera pasado el tema está
cerrado, se equivoca.
El apaciguamiento a base de tapar con más dinero el desmadre deficitario de la corruptela y
clientelismo instalados en Cataluña solo da más tiempo a los sesecionistas para preparar el
terreno de cara a su soñada consulta por la independencia, y en eso el PP comete otro de
sus errores de calculo habituales en los últimos tiempos.
No ayuda para nada al escenario planteado la postura ambigua del PSC, que quiere estar
contra la independencia pero haciendo guiños a los independentistas con propuestas faltas
de rigor y realismo, como una propuesta de federalismo que en nada en su fondo cambia la
actual organización administrativa que suponen las Comunidades Autónomas, y que además
está cada vez más cerca de la ruptura como partido con el PSOE.
Lejos de acabarse, mucho tendrán que variar las posturas de unos y otros para que acaben
de una vez las convulsiones territoriales ahora en Cataluña y mañana posiblemente en el País
Vasco.
Como acertadamente ha señalado recientemente el ex presidente Aznar, antes de atajar la
crisis económica que nos está asolando tendremos que acabar primero con la crisis de la
clase política, principal responsable del desgobierno y falta de norte que sufre el país.
Y como ejemplo válido para verificar esto baste con tomar como ejemplo la comisión de
los ERE´s fraudulentos en Andalucía, la cual si nada ni nadie lo remedia, cerrará sin que se
establezcan las responsabilidades políticas reales de este turbio y podrido asunto.
Por último, los pensionistas acaban de recibir la esperada noticia de que no verán como se
revalorizan sus pensiones en el 2013, según establece la ley.
La falta de liquidez del estado no solo la van a sufrir los empleados públicos y los parados,
y ya deberían dar gracias los pensionistas de que al menos las pensiones subirán un 2% en
el próximo año.
El llamado Estado del Bienestar está en decadencia, y su mantenimiento se vislumbra poco
menos que imposible en el futuro, con unos ingresos menores y quizá menos población que
lo sostenga.
El desorbitado crecimiento de los programas sociales en los años anteriores deben ser en
esta coyuntura de crisis sistémica revisados, ya que no es justo ni posible mantener a los
políticos la premisa de que se les quita dinero a unos para mantener a otros, en un robo
delegado como lo designa el profesor norteamericano Jay Richards.
No es justo que los trabajadores actuales estén pagando a través de las cotizaciones a la
seguridad social una pensión futura que ahora mismo no está garantizada.
Decir que los trabajadores del presente mantenemos a los pensionistas del presente es en
si una estafa, una falacia aceptada absurdamente por la población.
Yo no trabajo y pago para dar una pensión a otro, lo hago para pagarme y poder garanti-
zarme la mia propia, y puede ser que dentro de 25 años, cuando llegue a mi jubilación no
podré cobrarla o en el mejor de los casos, tendré que vivir con un 40% de lo que ahora
están percibiendo los "últimos mohicanos" del fracasado Estado del Bienestar.
Si alguno de ustedes piensa que con solo quererlo, tendrán pagada y garantizada toda la
cobertura de los distintos programas sociales vigentes, ya puede ir cogiendo su pancarta
e irse a protestar por las calles.

Salud camaradas.

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